Una sociedad comercial es una forma de organización de las empresas en la que dos o más personas se unen para llevar a cabo un negocio. Existen varios tipos de sociedades en Argentina con diferentes características, obligaciones y derechos.
En Argentina, los tipos de sociedades, sus mecanismos de creación y su funcionamiento se rigen por la Ley de Sociedades Comerciales. La norma original es de 1972, pero tiene varias actualizaciones y modificaciones.
“ARTICULO 1º — Habrá sociedad comercial cuando dos o más personas en forma organizada, conforme a uno de los tipos previstos en esta Ley, se obliguen a realizar aportes para aplicarlos a la producción o intercambio de bienes o servicios participando de los beneficios y soportando las pérdidas.”
Aunque originalmente se estableció que para formar una sociedad se necesitaban al menos dos personas, esto se actualizó posteriormente al incorporar al régimen las sociedades unipersonales.
Si estás pensando en emprender, es importante que conozcas los diferentes tipos de sociedades en Argentina ya que cada una tiene sus particularidades y por ello pueden ser más o menos convenientes, dependiendo de tu tipo de empresa.
Además de elegir la estructura societaria adecuada, también es fundamental registrar tu marca para proteger tu identidad comercial y evitar posibles conflictos legales en el futuro.
En este tipo de sociedad sus integrantes tienen responsabilidad limitada a sus aportes de capital. Cuando se constituye la SRL, cada socio adquiere determinada cantidad de participaciones o cuotas. Los socios no responden personalmente por las deudas de la sociedad.
En una SA, el capital societario está dividido en acciones y los accionistas tienen responsabilidad limitada a sus acciones. Además, los accionistas no responden personalmente por las deudas de la sociedad. Las acciones de una SA pueden ser vendidas, compradas y transferidas, por lo que continuamente va cambiando su composición societaria.
Este tipo de sociedad está constituida por socios comanditados, que tienen responsabilidad ilimitada y administran la sociedad, y socios comanditarios, que tienen responsabilidad limitada a sus aportes de capital y no participan en la gestión de la sociedad.
La SCA es similar a la SCS, pero el capital social está dividido en acciones y los socios son accionistas. Los accionistas comanditados tienen responsabilidad ilimitada y pueden participar en la gestión de la sociedad, mientras que los accionistas comanditarios tienen su responsabilidad limitada a sus acciones y no participan su administración ni gestión.
En una sociedad colectiva, todos los socios tienen responsabilidad ilimitada y solidaria por las deudas de la sociedad. Además, todos pueden participar en la administración de la sociedad.
En 2017 se aprobó la Ley 27349 de Apoyo al Capital Emprendedor y se creó este nuevo tipo: la Sociedad de Acciones Simplificada. Las SAS son conocidas como las sociedades de la Ley de emprendedores y están orientadas a encuadrar en una estructura sencilla a pequeñas empresas, que incluso pueden ser unipersonales. En el caso de ser dos o más socios, cada uno tendrá su responsabilidad limitada al capital que aporten.
Debés saber que la constitución de una sociedad no es una condición indispensable u obligatoria si tienes una empresa, aunque si tiene algunas ventajas:
Una sociedad comercial se constituye con un contrato que debe inscribirse en el Registro Público de Comercio Jurisdiccional correspondiente al domicilio comercial de la sociedad.
Sí, en Argentina existe la figura de la Sociedad por Acciones Simplificada (SAS), que permite tener una sociedad con un solo socio.
Entre las obligaciones de una sociedad en Argentina se encuentran el pago de impuestos correspondientes, la presentación de documentación adecuada y la inscripción en distintos organismos estatales (Registro de Comercio, IGJ)
En general, a los extranjeros se les permite integrar sociedades en Argentina, sin embargo, hay ciertas restricciones. Por ejemplo, en las SRL se les autorizada a integrar hasta un 50%.
La nueva Sociedad por Acciones Simplificada (SAS) de la Ley de Emprendedores es la mejor opción para las PYMES, por la simplicidad en la constitución y sus bajos costes de iniciación.