Las ofertas de créditos hipotecarios generan tanta ilusión como incertidumbre entre quienes sueñan con tener casa propia, especialmente después de años de salarios estancados frente a la inflación argentina. Actualmente, algunas personas cuentan con ahorros suficientes para cubrir más del 20% del valor de la vivienda deseada y están dispuestas a asumir riesgos. En este contexto, surgen preguntas sobre los créditos UVA disponibles: ¿son una buena opción?, ¿en qué se diferencian de los créditos hipotecarios tradicionales?, ¿qué opciones hay disponibles?
Para responder a estas preguntas, es importante comprender primero cómo funcionan los créditos UVA y en qué se diferencian con la alternativa tradicional. ¡Veamos todo a continuación!
Los créditos hipotecarios UVA y los tradicionales son dos opciones comunes para financiar la compra de una vivienda en Argentina. Actualmente, solo existen los créditos UVA por la situación inflacionaria del país (290% interanual aproximadamente), la cual haría que las cuotas de un crédito tradicional sean prácticamente imposibles de pagar: hasta casi el doble del monto inicial. De todas maneras, para entender si un crédito UVA está dentro de tus posibilidades te explicamos en detalle a continuación la diferencia:
Los créditos UVA (Unidad de Valor Adquisitivo) son una alternativa de financiamiento para la adquisición de vivienda que se ha vuelto muy popular en Argentina en los últimos años. Fueron lanzados en 2016 por el gobierno argentino con el objetivo de facilitar el acceso a la vivienda propia.
Se trata de un sistema de préstamos que está indexado a la inflación, lo que significa que el monto de la cuota mensual se ajusta periódicamente de acuerdo al valor UVA, que tiene estrecha vinculación con el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
En general, los créditos UVA pueden ser una buena opción para quienes tienen ahorros suficientes para cubrir un anticipo del 20% del valor de la vivienda deseada y están dispuestos a asumir los riesgos asociados con la indexación a la inflación de los créditos. Sin embargo, es importante revisar cuidadosamente las ventajas y desventajas de esta alternativa de financiamiento antes de tomar una decisión.
Una de las principales ventajas de los créditos UVA es que permiten acceder a un monto de financiamiento mayor que el que ofrecen los créditos hipotecarios tradicionales. Esto se debe a que el banco tiene en cuenta el valor futuro de la vivienda, ajustado por la inflación, al momento de determinar el monto del préstamo.
El crédito UVA se ajusta mes a mes por inflación, lo que permite que la cuota inicial no sea tan alta como en los créditos a tasa fija. Según especialistas, una tasa anual del 4 al 6%, sumada a la actualización por inflación, es un valor lógico considerando la coyuntura del país, de lo contrario sería más complejo que los bancos puedan ofrecer créditos.
Una de ellas es que el monto de las cuotas mensuales puede variar significativamente a lo largo del tiempo, dependiendo de la evolución de la inflación. Esto puede dificultar la planificación financiera y presupuestaria o desincentivar la solicitud.
Otra desventaja de los créditos UVA es que pueden ser más difíciles de refinanciar o vender la vivienda en el futuro. Esto se debe a que el monto del préstamo está indexado a la inflación, lo que puede hacer que sea más difícil obtener un nuevo préstamo o vender la vivienda a un precio que refleje el valor futuro de la misma.
La inflación ha tenido un impacto negativo en los créditos hipotecarios de Argentina. Desde el 2016 hasta la actualidad, el aumento de los índices inflacionarios han hecho que el monto de la cuotas y del capital adeudado de los créditos UVA se incrementen significativamente y algunas personas tengan dificultades para abonarlo.
En el caso de los créditos tradicionales, la inflación ha hecho que el costo real del crédito sea más alto para evitar pérdidas del banco frente a la inflación o cambios de cotización del dólar.
Comparando con otros países de la región con etapas inflacionarias, las tasas de los créditos UVA ofrecidos en Argentina no son desproporcionados, sin embargo, los sueldos del país aún no logran fortalecerse para hacerles frente. Esta es una de las razones principales por las que las tasas de los créditos UVA pueden ser altas respecto al poder adquisitivo de las personas. Si comparamos con países como Chile, que hace más de 50 años no tiene más de 10% de inflación anual, los créditos tienen un interés del 3% anual fijo.
Sí, las cuotas mensuales de los créditos hipotecarios UVA se ajustan según la variación del valor UVA, vinculado al Índice de Precios al Consumidor (IPC), es decir, a la inflación.
No hay información certera la respecto. Todo depende de la situación del país.
Respecto al poder adquisitivo de las personas y los sueldos actuales, puede haber dificultades para cubrir los aumentos mensuales de los intereses de los créditos hipotecarios UVA. Sin embargo, el porcentaje de la tasa es consistente con esta situación del país. Si observamos a Chile, un país con menos de 10% de inflación anual, que ofrece créditos con tasa del 3% anual, un 6% cobra sentido para el mercado argentino.
Considerando la situación inflacionaria de Argentina, fijar desde ahora la tasa anual fija para un crédito a 30 años no da las garantías necesarias a los bancos para saber que recuperarán el dinero. Por lo tanto, podrían lanzarlos pero a tasas muy altas.