Los créditos hipotecarios UVA son una herramienta financiera que puede ser muy útil para acceder a la vivienda propia, pero es fundamental comprender sus características y riesgos. En un contexto de alta inflación como el argentino, la posibilidad de acceder a uno de estos créditos y poder abonar las cuotas se convierte en un tema de gran preocupación para miles de familias.
En este artículo, vamos a hablar sobre cómo se ven afectados los créditos hipotecarios por la inflación en Argentina, qué estrategias podés implementar para decidir avanzar con una solicitud y cómo gestionar mejor tu cuota.
En Argentina actualmente solo existen los créditos UVA por la situación inflacionaria, 290% interanual aproximadamente, escenario dificil para la existencia de créditos tradicionales con cuotas fijas: al ser definidas al inicio, deberían cubrir posibles escenarios inflacionarios muy altos, lo que dificulta un cálculo realista que no genere pérdidas al prestamista, o que sea posible de pagar por un solicitante. Conocé más sobre la diferencia entre los créditos a tasa fija y los UVA en este artículo.
Los créditos hipotecarios UVA fueron lanzados en 2016 por el gobierno argentino con el objetivo de facilitar el acceso a la vivienda propia. Se trata de un sistema de préstamos que está indexado a la inflación, lo que significa que el monto de la cuota mensual se ajusta periódicamente de acuerdo al valor UVA, que tiene estrecha vinculación con el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Actualmente, las tasas de los créditos rondan el 3% y 9,5% anual. Comparando con otros países de la región con etapas inflacionarias parecen altos, y desafortunadamente los sueldos del país aún no logran fortalecerse para hacerles frente. Sin embargo, si comparamos con países como Chile, que hace más de 50 años no tiene más de 10% de inflación anual y los créditos tienen un interés del 3% anual fijo, podemos ver en perspectiva el por qué de las tasas ofrecidas por los bancos en el país.
Existen algunos conceptos básicos que es importante conocer para entender el cálculo de intereses de un crédito hipotecario:
Para entender mejor cómo funciona este sistema, imaginemos que solicitamos un crédito hipotecario UVA de $1.000.000 para comprar una vivienda y las condiciones del crédito son las siguientes:
Supongamos que la cuota inicial calculada es de $10.000.
Distribución de la cuota:
Segundo año:
El valor de la UVA aumenta un 5%, pasando a ser de $21.
Recálculo de la cuota: Debido al aumento del UVA, el saldo deudor en términos de UVA aumenta. Esto implica que la cuota también se ajustará al alza.
Supongamos que la nueva cuota calculada es de $10.500.
Distribución de la cuota:
Si la inflación aumenta más del 5% anual (que es el aumento proyectado del UVA en nuestro ejemplo), el valor real de la deuda en pesos disminuirá, ya que el valor del UVA estará aumentando más rápido que la inflación. Sin embargo, las cuotas seguirán ajustándose al valor del UVA, lo que puede generar un aumento en el monto de la cuota en pesos.
Sí, los créditos UVA están directamente vinculados a la inflación, por lo que sus cuotas son más volátiles.
El valor de la UVA se actualiza diariamente en función del CER, que a su vez refleja la variación del índice de precios al consumidor. Al estar indexados a la UVA, los créditos hipotecarios se ajustan automáticamente a los cambios en la inflación.
Respecto al poder adquisitivo de las personas y los sueldos actuales, puede haber dificultades para cubrir los aumentos mensuales de los intereses de los créditos hipotecarios UVA. Sin embargo, el porcentaje de la tasa es consistente con esta situación del país. Si observamos a Chile, un país con menos de 10% de inflación anual, que ofrece créditos con tasa del 3% anual, un 6% cobra sentido para el mercado argentino.
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